EL VERDADERO VALOR DE LA SALUD ORGANIZACIONAL

Muchos de mis clientes me dicen: «Ricardo, quiero que evaluemos que hay de la agilidad que nos pueda permitir que nuestros productos salgan más rápido al mercado».

Ante esto, lo primero les digo es que la rapidez va con el tiempo, y que no se puede adquirir de forma inmediata. Y que el valor de lo que se entrega es muy importante.

Sí podemos tener algunos quick wins, pero si no hay cambios dentro de la cultura de la empresa, la agilidad no será la bala de plata que solucionará la ineficiencia.

Cuando hay ineficiencia es porque tenemos a los equipos muy presionados por los tiempos y probablemente no se cumplan las expectativas del cliente, y es aquí donde entra la salud organizacional. Esta consiste en la gestión óptima de los talentos y responsabilidades de manera que los colaboradores puedan cumplir sus objetivos, agregar valor al mercado y mantener su seguridad psicológica.

Lo siguiente que viene en la conversación es: 

—Ok, suena bien. 

Ahora, ¿cómo iniciamos este cambio?

Debemos comenzar desde el directorio y gerencias (top down, de arriba abajo) generando confianza en los equipos para que puedan hacer su trabajo. Y si se equivocan, tomarlo como parte del aprendizaje.

 

¿Qué acciones afectan la salud organizacional?


·       micromanagement;

·       burocracia;

·       baja entrega de valor al mercado;

·       poco compromiso de los colaboradores;

·       personas adversas al cambio;

·       alta rotación de personal;

·      poca tolerancia a la falla.

 

Puede existir una amplia lista de acciones y/o herramientas que nos afecten impidiéndonos avanzar y ser flexibles.

Ahora me preguntarán ¿cómo podemos comenzar a mejorar la salud organizacional?

Primero, debemos sentarnos a analizar cómo estamos, cómo se sienten nuestros colaboradores, cuáles han sido los grandes lanzamientos que hemos realizado y si nuestros clientes están conformes con nuestro producto o servicio.

Segundo, debemos tomar acciones: tendremos que alinear las perspectivas que tengan las personas de la organización para mirar hacia el mismo lugar, pero respetando las distintas visiones.

Cuando hablamos de alinear las perspectivas me refiero no solo a comunicar el cambio de manera que todos lo entiendan sino también enfocarnos en realizar las acciones que hagan estos cambios reales. 

que las personas estén dispuestas a cambiar. Esto a todo nivel organizacional: desde el gerente hacia abajo.

¿Por qué necesitamos tener buena salud organizacional?  

La salud organizacional está conectada con los objetivos de negocio. El logro de los objetivos empresariales está directamente relacionado con el desempeño de los talentos y la oferta de valor de nuestra organización.

En la actualidad, las distintas industrias, consumidores y empresas están en constante cambio para seguir el ritmo de la exigencia de los consumidores. También nosotros debemos estar dispuestos al cambio de manera regular. Si dentro de la empresa no tenemos esta habilidad, es momento de desarrollarla pues de otra manera eso nos terminará pasando la cuenta.

Para comenzar un cambio se requiere motivación. Una manera de lograrla es mediante los microhábitos.

Por ejemplo, si no me gusta hacer ejercicio físico pero quiero ser saludable, empezar haciendo una hora diaria de ejercicio tal vez no sea lo mejor y finalmente es posible que abandone y no logre el objetivo. Pero si voy generando confianza y creando hábitos con pequeños quick wins (victorias rápidas) que me impacten positivamente, aumentan mis posibilidades de éxito.

En este caso, se trataría de comenzar a hacer cinco minutos diarios de ejercicio y, una vez creado el microhábito, pasar a diez minutos (así no me costará tanto incrementar el tiempo). 

Esto es muy útil cuando tenemos una organización con baja motivación. Los microhábitos, al facilitar el logro de quick wins, suben la motivación de las personas y al compañía comienza a obtener mejores resultados. 

Pero esto no se puede lograr si solo los piensa o ejecuta una persona. Es necesario el apoyo gerencial. Especialmente cuando estamos hablando de cambios organizacionales, la gerencia debe predicar con el ejemplo.

 

Ya hablamos sobre la salud organizacional respecto a los colaboradores. Ahora veamos la entrega de valor. Algunas preguntas que es necesario contestar son:

·               ¿Cómo la empresa está reaccionando a los cambios del mercado?

·               ¿Estamos logrando posicionarnos con nuestros productos y servicios?

·               ¿Estamos aportando valor a nuestros clientes?

 

Todo esto debe medirse. Por ejemplo, calcular el Net Promote Score (NPS), hacer encuestas, conocer las tasas de reclamo, etcétera. Tal información la podemos utilizar como input en Design Thinking para buscar alguna innovación o mejora para nuestros productos o servicios que estén bajos en la percepción del cliente. 

Esto se puede hacer con un equipo multidisciplinario, dándole las herramientas necesarias. Y con esto me refiero a confianza, algún presupuesto (que se esté dispuesto a perder, incluso), tiempo, espacio y tolerancia a la falla, ya que si solo se evalúan los resultados, el equipo se sentirá presionado y muy poco motivado para explorar caminos más arriesgados o creativos.

 Luego de aplicar esto, debemos medir el impacto generado en nuestros clientes ya que, si no manejamos sus expectativas respecto a nuestros productos, estamos fallando. 

 

Como puedes ver, la salud organizacional es un tema muy amplio y podemos potenciarla con herramientas y técnicas como:

 ·      Management 3.0;

·      Lean Startup;

·      Agile;

·      Business Model Canvas; y

·      Value Proposition Canvas.

 

Pero lo mas importante es comprender las dinámicas de la organización, como los individuos interactúan en el mediano y largo plazo, y como las personas piensan y sacan adelante sus conclusiones en un entorno muy cambiante.  

La Salud Organizacional es seguridad psicológica más creación de valor de negocio sostenible a perpetuidad

Erich R. Bühler, Lidera el Cambio Exponencial

 

Así que si buscas emplear técnicas en el trabajo, sean cual sean, debes preguntarte si aumentar la agilidad es lo que deseas, si buscas mejorar la entrega de productos al mercado, o si quieres cambiar la organización para adaptarla mejor al las nuevas situaciones de mercado altamente cambiantes (sin olvidar el bienestar de los colaboradores). 

En fin, no solo debes utilizar las ideas de la agilidad para responder a los mercados de forma «más rápida», sino que también como una forma de mejorar la salud organizacional. Y aquí es donde la agilidad empresarial entra en juego, y donde se aportan un conjunto de nuevos paradigmas y herramientas, basadas en ciencia, que permiten que la empresa sea más flexibles y resilientes, y todo esto a perpetuidad. 

La agilidad empresarial se aleja de la agilidad clasica y se centra en nuevas teorías y prácticas que hacen posible que puedas tener equipos donde se tenga alta diversidad y todos trabajando juntos. 

 

“La agilidad empresarial es la capacidad de la compañía de adaptarse constantemente a las nuevas condiciones de mercado para crear una ventaja competitiva, sin impactar negativamente en la salud organizacional

Erich R. Bühler, Lidera el Cambio Exponencial

 

Los equipos de una empresa moderna ya no están solamente compuestos por personas de Software. Ahora se necesita grupos de individuos de carreras, perfiles totalmente diferentes, formas de pensamiento, y hasta valores distintos. 

Podrías tener un equipo donde de quiera de especialistas en innovación, abogados, auditores, personas de software y de Marketing, etc. Y todos ellos trabajando juntos. Aquí el desafío es lograr que todos ellos conecten bien y donde el trabajo fluya y las personas se sientan cómodas sin importar de dónde provienen.

Finalmente, no importa si tu empresa emplea técnicas e ideas de la agilidad clásica, de Lean, de Management 3.0, o de otros. Todos estos modelos e ideas tienen un denominador común que necesitan para funcionar… alta salud organizacional. 
Sin importar qué camino tomes, qué tan avanzadas o menos modernas sean las técnicas o prácticas que usas, bajo cualquier modelo de negocio y organización, sin alta salud organizacional no será posible innovar de forma sustentable, mantener a los empleados, o incluso descubrir nuevas formas de hacer las cosas.


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